Conflicto social en “Le Point”: “No veo una IA que pueda hacer mi trabajo”

El plan social les cayó encima una mañana de abril. "Nos despiden sin reparos", dicen Claude, Dominique y Sacha (1), miembros del departamento de revisión y corrección de Le Point . Se han recortado 52 puestos en la redacción del semanario, incluyendo todo el departamento, 18 puestos. ¿En su lugar? La dirección quiere recurrir en parte a la inteligencia artificial. La reorganización, deseada por el director del periódico, Etienne Gernelle, y descrita internamente como una mejora para contrarrestar la caída de las ventas, según él, se está llevando a cabo a un ritmo acelerado. "Pero ningún miembro de la jerarquía ha venido todavía a detallarnoslo; ellos mismos parecen estar en la niebla", lamenta Sacha.
"Tenemos la impresión de que nuestra dirección desconoce la realidad de nuestra profesión", añade Dominique. El meticuloso trabajo del editor-revisor incluye, por lo tanto, la corrección ortográfica, gramatical y tipográfica, la verificación de la información y el análisis de estilo para evitar la pesadez, las repeticiones o las incoherencias, o para alertar si el artículo se aleja demasiado de la línea editorial de Le Point . "Tenemos la mirada del lector", explica Dominique. " Percibimos cuándo el mensaje no es claro, cuándo hay una repetición o una incoherencia. Podemos detectar pasajes ambiguos o interpretaciones erróneas que serían gramaticalmente correctas. Y verificamos sistemáticamente toda la información. No veo una IA capaz de hacer eso".
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